Casi dos años

 La edad de mi hijo. En este tiempo, han pasado muchas cosas, o pocas, según se mire. Diré que mucha desilusión,  mucha soledad -más de la imaginable- y desencanto. No, no todo el mundo es para siempre.

Y tú más

Imaginen la situación...
Expines una cosa, cualquiera, y la otrapersona siempre más y más razón.
Al final se te dibuja una sonrisa en la cara y un mejor para ti. 

Ausencias

En la noche, las ausencias se hacen vivas y eternas.
En la noche, recuerdos de algo que pudo ser... de besos ofrecidos en un coche sin un final feliz.
En la noche, las ausencias recuerdos de presencias.
Presencias que no fueron y que pasean cercanas, que quisieras tocarlas... aunque los años hayan pasado.
Pasado juvenil que vuelve solo en la mente... pasado no compartido.

Jugar, escribir

Y jugaré con mi boli
 y en tu cuerpo, en tu piel...
escribiré mi nombre

Al final del camino

Al final del camino
no queda nada y espera todo.
Al final del camino
ya no esperas y hay vacío.
Ausencia.

Cuando te rompen el corazón

Cuando te rompen el corazón
no parece que haya más futuro,
que la mañana vuelva a brillar,
que los pájaros canten
o que puedas respirar.
Sin embargo, todo sigue
sin detenerse.
Todo sigue,
como tiene que ser.
Hay futuro, hay mañana, hay pájaros cantores
y el aire sigue entrando en tus pulmones.
Todo sigue.
Cuando te rompen el corazón
hay que pegar los trocitos,
sonreír a la mañana
porque, al final, las cosas pasan porque deben pasar.
Que me dejaras, que te dejara
que no dijeras, que te dijera
que no hablaras, que te escribiera
y, al final, vacío.
El vacío que ahora he de completar
pegando los trocitos de un corazón
que antes reía contigo,
que antes te esperaba,
que antes te soñaba
y que, ahora, nunca más te verá.
Pero todo sigue,
como tiene que ser.

Soledades

Volver... volver a casa... vacía
soledad inmensa